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Postura crítica

Mi obra gira en torno al cuerpo, no solo como objeto físico, sino como agente activo en la construcción de la identidad, la experiencia y la relación con el entorno. El cuerpo, en mi visión, se configura y transforma a partir de las vivencias y las interacciones con el mundo que nos rodea, transformándolo a su vez, en un diálogo de doble sentido. Pienso que el cuerpo moldea nuestro espacio vital, desde el ámbito íntimo hasta el entorno externo, incluyendo las calles y las ciudades que habitamos.


Me interesa profundizar en la búsqueda de la identidad, reconociendo los roles que asumimos, las máscaras que portamos y cómo estas decisiones influyen en la percepción y el comportamiento del cuerpo. 

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La abrumadora percepción de un entorno caótico, saturado y en constante cambio me genera una sensación de ahogo, impulsándome a explorar el tema de la salud mental, en principio, desde un lugar muy personal, desde la experiencia misma. No me interesa adentrarme en movimientos de psicología específicos, ni tomar postura desde esas miradas. Más bien, exploro las distintas maneras de explicar algunos comportamientos que me interesan y, haciendo un collage, me cuestiono la naturaleza de la psiquis, tanto la mía como la de la sociedad en la que vivo. En este sentido la acción de coleccionar, de archivar, de juntar piezas, de sobreponer me llevan a investigar temas como el Síndrome de Diógenes y la delgada línea que separa una mente “sana” de una que no lo está, aparentemente. Estas reflexiones están profundamente relacionadas con mi historia familiar y con las experiencias límite de salud mental que he presenciado de manera cercana. Considero que existe una conexión directa entre estas vivencias y los intereses presentados en mi obra.

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Formalmente, mi obra se caracteriza por la presencia de preguntas sobre la identidad individual en un contexto abarrotado. Los cúmulos de objetos, los sonidos discordantes, las capas de materiales y la repetición de elementos reflejan la sensación de saturación y la búsqueda de significado en un mundo caótico. Estas formas establecen una relación con la complejidad de la psique humana.

Statement

My artistic exploration revolves around the human body, not merely as a physical entity but as an active agent in shaping our identity, experiences, and relationship with the environment. I perceive the body as a dynamic entity, constantly molded and transformed through our lived experiences and interactions with the world around us, engaging in a reciprocal dialogue of transformation. The body, in my view, shapes our vital space, encompassing the intimate realm as well as the external environment, including the streets and cities we inhabit.

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I am deeply interested in delving into the quest for identity, acknowledging the roles we assume, the masks we wear, and how these choices influence our body's perception and behavior.

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The overwhelming perception of a chaotic, saturated, and ever-changing environment evokes a sense of suffocation, prompting me to explore the subject of mental health from a deeply personal perspective, rooted in my own experiences. I am not drawn to theoretical frameworks, psychological studies, or movements. Instead, I question the very nature of the psyche, both my own and that of the society in which we live. These reflections are profoundly intertwined with my family history and the firsthand experiences of mental health challenges I have witnessed. I believe that a direct connection exists between these lived experiences and the themes I explore in my work.

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Formally, my artistic expression is characterized by the presence of questions about individual identity amidst an overwhelming context. The accumulation of objects, discordant sounds, layers of materials, and the repetition of elements mirror the sensation of saturation and the quest for meaning in a chaotic world. These forms establish a connection with the complexities of the human psyche.

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